En la Ugel Nº 06, la directora Carmen Najarro Quispe viene demostrando un total desconocimiento en el manejo de conflictos que se vienen presentando en las Instituciones educativas de su jurisdicción.
En algunos casos actúan cometiendo excesos que rayan en la arbitrariedad y el abuso de poder, apagando los incendios con gasolina; es decir sólo escuchan a los que piden utilizando métodos violentistas para lograr un propósito y hacer prevalecer sus demandas, sin embargo no aplican las Normas para resolver los conflictos dentro del estado de derecho y de la correcta aplicación de la justicia.
El caso emblemático que presentamos es sobre la Institución Educativa "Miguel Grau", ubicado en Ñaña, pues habiéndose presentado problemas entre un grupúsculo de profesores del nivel primaria con la directora titular del plantel Juana Villarroel, se involucran también a los directivos y al Consejo de Vigilancia de la Apafa, cuyo desenlace culmina en el mes de julio con la toma del Colegio y la disposición de la Directora en la UGEL. Lo cuestionable es que la UGEL, como brazo del sector Educación y del Ejecutivo, está en la obligación de hacer cumplir las normas y de no dejarse intimidar por actos de violencia, venga de donde venga.
Su incapacidad en el manejo de gestión ha permitido también que se solucionen los problemas, presentados en algunos colegios de Huaycán, dándole la razón al que no la tiene, alentando a los grupos violentistas para que sigan asuzando a las masas y manejando los colegios como si fuera su chacra.
No queremos parecer pro autoridades, pero lo correcto es que las denuncias deben seguir el cauce legal para alcanzar la aplicación de una sanción. No se puede utilizar a las masas para ejercer presión y denunciar sin pruebas a cualquier profesor o autoridad. Si alguien piensa que la autoridad esta cometiendo una falta administrativa o un delito grave debe tener la valentía de denunciar con su nombre y alcanzando las pruebas o por lo menos los indicios del delito para poder aperturar una investigación.
Las denuncias que han llegado a nuestro correo abierto son graves y corroboran la forma como la UGEL viene "solucionando los problemas". Después de la toma del colegio Miguel Grau, las autoridades dejaron como interventor y, a la vez, director encargado al especialista de AGP Jaime Galarza, sin embargo en vez de fomentar la unidad y ejercer el cargo con imparcialidad se impuso una gestión personalista tomando partido con las que generaron los actos violentistas; pero lo más grave es que el el mismo representante de la UGEL, en su fugaz paso por la dirección, hizo arreglos transgrediendo las leyes para ganarse el beneplácito de algunos profesores de primaria y de la Apafa.
Transcurrido los plazos de la investigación aperturado por CADER a la Directora del plantel, los resultados arrojaron no ha lugar a la apertura de proceso administrativo; por consiguiente las autoridades de la UGEL dispusieron su retorno a su puesto de trabajo.
El 4 de noviembre se realiza, por segunda vez, la toma del colegio por los mismos actores de la primera. En su convocatoria, los integrantes de la apafa, lo hacen en contra el retono de la directora titular del plantel; sin embargo, oh maravilla, el día de la toma involucran a los profesores del nivel secundario culpándolos del retorno de la directora, cuyas acusaciones gratuitas carecen de toda veracidad. Los responsables de la segunda toma son las autoridades, pues las decisiones que se toman arriba ningún profesor puede decidir o cambiar los actos administrativos de la Directora de la UGEL.
Las autoridades de la UGEL decidieron que el Señor Galarza retorne como especialista de AGP y pusieron "a dedo" como directora a una profesora del mismo plantel. Aunque lo grave es que la Directora de la UGEL, Carmen Najarro, ha dejado a dos especialistas de secundaria de AGP para realizar permanentes monitoreos y acompañar en la solución de los problemas. Es decir el garrote para los profesores que no tienen que ver con las tomas violentistas del colegio y que no asuzaron a los padres de familia, ni a los directivos de la apafa. Con esto queda demostrado su incapacidad en el manejo de conflictos que se generan en los colegios, a veces propiciados y alentados por sus propias decisiones.
El Sute Huaycán denuncia las maniobras sucias de las autoridades de la UGEL, encabezadas por la Directora Carmen Najarro, por actuar al mismo estilo del ex Director y fujimorista Asenjo Castro. Denunciamos al especialista Jaime Galarza por actuar como el brazo siniestro, de la Directora de la UGEL, para intervenir en el colegio Miguel Grau y dar un informe sesgado y parcializado a favor de los que generaron los actos violentistas. En eso se parece bastante a la incapaz de Blanca Mosqueira, pues en el periodo fujimorista se encargó de desempeñar ese mismo triste papel. A propósito del especialista "de marras" Galarza hasta la fecha no se dice nada sobre su participación en el último concurso de directores, no es posible que un amoral, que presentó documentos fraguados y fue descalificado, siga como hombre de confianza del otro mediocre y jefe de AGP: Nicodemos Sánchez.
A la fecha ya se sabe quienes son los autores materiales e intelectuales de los actos violentistas, sin embargo la Directora de la UGEL hasta la fecha no ha hecho las denuncias en el Ministerio Público como corresponde ni ha aperturado un proceso de investigación a fondo para determinar las responsabilidades de los autores intelectuales; es decir al grupo de profesores de primaria que asuzaron a los directivos de la Apafa, para generar actos reñidos contra la Ley, están libres de toda investigación.
Por su manifiesta incapacidad de las autoridades, para manejar las situaciones contradictorias en los diferentes planteles, nos vemos obligados a pedirles su renuncia al cargo, pues no es lo mismo ser directora de un Colegio Inicial, de tres aulas, que manejar toda una UGEL.
Sute Huaycán.
Sute Huaycán.