La guerra de conquista contra los índigenas, que ya tiene mas de 500 años, aún no termina, y la sangre de estos pueblos nativos de América sigue corriendo. La profundización de las políticas neoliberales viene produciendo rechazo a la destrucción y al saqueo de sus territorios para actividades industriales, mineras, agroempresariales, turísticas y de urbanización salvaje, así como la privatización del agua, la tierra, los bosques, los mares y las costas, la diversidad biológica, el aire, la lluvia, los saberes tradicionales y todo aquello que nace en la madre tierra.
En los países donde se ha aplicado políticas entreguistas, de saqueo de los recursos naturales, se han producido masacres de los pueblos indígenas. Colombia, Mexico, Chile y ahora el Perú que tienen gobiernos de ultraderecha vienen aplicando políticas de exterminio contra su propia población.
MASACRES EN COLOMBIA.
La aplicación del Estatuto Rural que permitiría el expolio de algunos de sus territorios, el Código de Minas, Leyes y planes de aguas, la ley de bosques, impulsadas por el gobierno de Álvaro Uribe que, según ONIC, “optan por favorecer los intereses económicos y contribuyen al despojo territorial”.
Por otro lado, los indígenas solicitan la “derogación de toda la legislación de despojo”, ya que sólo en los últimos seis años, “53.885 indígenas han tenido que dejar sus tierras y hoy 18 pueblos indígenas colombianos están en riesgo de desaparecer porque les quedan actualmente menos de 200 habitantes y diez tienen menos de 100″. Así, este pueblo reitera que “indígena sin tierra es indígena muerto”.
Ante este genocidio que cometen las Fuerzas Armadas de Colombia, conjuntamente con los paramilitares en contra de hermanos y hermanas indígenas que protestan pacíficamente por la seria violación de sus derechos, es una afrenta contra la humanidad, la vida y nos muestra la impunidad con que actúa el gobierno ante el silencio de los gobiernos cómplices.
MASACRE EN CHILE CONTRA EL PUEBLO MAPUCHE
Los mapuche nunca fueron controlados, ni derrotados militarmente por los imperialistas españoles y sólo después de 80 años de la constitución de Chile como una republica "independiente", lograron apropiarse del territorio de la nación mapuche. Para anexar el mapuche a la soberanía de Chile tuvieron que llevar a cabo una masacre, la eliminación física de miles de mapuche, una de las "hazañas" mas criminales y genocidas del valiente ejercito chileno y todo en el nombre de "la pacificación de la Araucania".
Ellos nunca aceptaron dominio de nadie y fueron oficialmente considerados por España "reino independiente" con quienes incluso celebraron tratados internacionales: parlamento de Negrete en 1803. Entonces Chile no tenía absolutamente ningún derecho a invadir un solo centímetro del territorio mapuche entre el Bio Bio y el Toltén. Incluso en las primeras constituciones chilenas no están incluidos territorios ni más al norte del río Paposo en el norte ni más al sur del Bio Bio por el sur. Fue simple invasión lo ocurrido en la Araucanía por el estado de Chile.
Una vez masacrados los patriotas mapuches que defendieron su patria de la invasión de Chile que se verificó por etapas desde los primeros días de la república hasta el infausto año de 1881, año en que EL EJÉRCITO Y ESTADO DE CHILE CONCLUYERON LA ANEXIÓN ARBITRARIA, VIOLENTA, GENOCIDA, ILEGAL Y BRUTAL DEL TERRITORIO INDEPENDIENTE DEL PUEBLO MAPUCHE. Tras esta invasión, se inició la usurpación de tierras de los mapuches por el estado, obligando a los mapuches a establecerse en "reservas" so pena de cárcel o muerte. Luego se procedía a declarar del Estado, sus tierras y luego de restituirles el 10% de ellas a las comunidades una vez concentrados en ghettos, se declaraba a la venta buena parte del resto de la tierra. Buena la medida, si hubiera sido tierra chilena, pero esa tierra no era chilena sino usurpada de los mapuches. Era chilena de facto, por fuerza, por la fuerza bruta de las armas. Si eso es "democrático", nuestro viejo conocido Pinochet también lo es entonces.
La usurpación no sólo es un concepto histórico, sino una realidad que ha cruzado los siglos. La usurpación no es de hace 500 o 200 años, es de ayer con la dictadura de Pinochet, es de hoy con las leyes forestales y las transnacionales de la madera que siguen usurpando territorio mapuche. También continua con la actual "democracia" y con los abusos diarios de la policía, que los actuales gobiernos de la Concertación amparan y garantizan impunidad.
Los mapuchesse resisten a ser chilenos de segunda, pero quieren ser integrados a Chile sin dejar de ser mapuches.
GENOCIDIO INDÍGENA EN MÉXICO
El actual conflicto en Chiapas no se puede definir como un evento de generación espontánea sino que surge de un largo y complejo proceso organizativo frente a una histórica situación de injusticia.
En los antecedentes del conflicto, cabe destacar varios factores: Una de las características del conflicto chiapaneco es su fundamento en la paradoja de un estado rico con una de las poblaciones más pobres de la nación. En un estado que genera el 35% de la energía eléctrica del país, un 34% de sus viviendas no tiene este servicio. En una zona rica en recursos naturales y agrícolas, en petróleo, casi el 60% sobrevive apenas con un salario mínimo. El 60% de los niños en edad escolar no pueden asistir a la escuela y el índice de analfabetismo llega al 30%. Sólo el 57% tienen acceso al agua potable entubada. Un estado de fuerte discriminación racial (aunque la población indígena representa el 30% y la casi totalidad de la población en la zona de conflicto).
El mapocho.
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